Investigan alimentos de lombriz para combatir desnutrición

Un proyecto de poco más de tres años sobre la producción intensiva de humus ha dado como resultado la producción de harina de lombriz, el cual aprovecha los desechos orgánicos de la Universidad Autónoma Chapingo (UACH) y permitirá combatir la desnutrición infantil y de adultos mayores.
La investigación encabezada por Margarita Valdés Hernández, maestra de la preparatoria agrícola, se encuentra prácticamente en la parte final de corroboración de resultados.
En particular el desarrollo de lombrices en un ambiente inocuo, es decir, libre de bacterias, al descartar la presencia de nitritos y confirmar alto contenido proteico, de manera que podría empezar a comercializarse este mismo año.
“El humus es un abono orgánico natural, llamado lombricomposta, derivado de desechos de orgánicos y harinas complementarias como alimento de la lombriz para su reproducción y crecimiento”, explicó.
Indicó que es ideal “para pequeños productores de hortalizas, frutales o huertos, que no requieren de grandes instalaciones, sino contenedores reducidos”.
Explicó que las ventajas de esta producción es un mejor control y costos muy bajos. El ambiente donde se desarrolla la lombriz dentro de ese lecho o caja se adecuada para que el anélido viva bien, también crecen en pequeños espacios y en zonas áridas o tropicales donde llueve bastante, porque su manejo es versátil.
Detalló que de una caja de 70 por 40 centímetros y una profundidad de 45 centímetros se pueden obtener alrededor de 25 kilogramos de lombricomposta en un promedio de dos meses si se lleva bien el proceso, lo cual implica cuidado permanente, suministro de alimento a la lombriz, y vigilancia contra depredadores.
Ahora, señaló Valdés Hernández, “para poder tener una población importante de lombrices diseñamos una estructura especial para los contendores, una vez que se humedezcan estos lechos, se colecte también el humus líquido”.
De esta manera, se obtienen tres productos: el humus líquido, la lombricomposta (lombriz) y la carne de la lombriz (harina de lombriz).
“A medida que el proyecto avanzó, vimos que para la producción más rápida y eficiente era conveniente hacerlo en un ambiente de invernadero, donde la lombriz trabaja más uniforme y constante, se controla mejor la humedad y la temperatura que son aspectos claves, y obviamente la alimentación”, dijo.
La investigación ha permitido encontrar el método más adecuado para la producción intensiva tanto del humus como de la propia lombriz y como consecuencia para obtener la harina.
También qué tipo de alimentación o desechos propicia que la lombriz se desarrolle más rápido, en gran cantidad y con el mayor contenido de proteína, sanidad y condiciones de higiene e inocuidad.
La maestra del área de ciencias sociales, explicó que el humus líquido se utiliza para fertilizar las plantas, ya sea a la hoja o a la tierra, la lombricomposta naturalmente va al suelo y la harina de lombriz tiene dos destinos, uno el consumo humano y el otro la alimentación de animales como conejos, camarón, peces, aves y perros.
En el caso del consumo humano, se recomienda para los niños y adultos mayores e incluso para deportistas como complemento alimenticio para incorporar proteína, sobre todo en casos críticos de desnutrición, donde se haría un gran aporte.
Al respecto, refirió que diversos análisis han evidenciado que la lombriz contiene de un 45 a 65 por ciento de proteína cruda deshidratada y molida (harina). También se han hecho pruebas que descartan la presencia de e-coli, salmonella y coliformes fecales.
Ya se hicieron evaluaciones cualitativas en pan, galletas, tortillas y licuados, degustados por alumnos de posgrado de la universidad, quienes manifestaron que los productos tienen sabor rico y agradable, pese a que la harina tiene un ligero olor a pescado o camarón, no así después de cocinarse.
Actualmente, se estudia qué porcentaje de la harina de lombriz ya cocinada pierde propiedades, lo cual es normal por el proceso de cocción, pero con el alto contenido proteico es probable que se compense. Al respecto, citó a la tortilla la cual conserva hasta 45% de proteína después de cocerse, de acuerdo con las pruebas aplicadas.
“La forma más común de sacar al mercado el producto sería en cápsulas”, las cuales ya han sido tomadas por personas interesadas y no han presentado problemas de ningún tipo, aunque reportaron beneficios como mayor energía y fortalecimiento del cabello al contener alrededor de 18 aminoácidos esenciales y una alta digestividad superior al 90 por ciento.

fuente http://ntrzacatecas.com